El objetivo final del estudio geotécnico es el de dotar a las partes implicadas en el proyecto edificante de toda la información y recomendaciones precisas para la correcta ejecución del mismo, reduciendo con esto el riego asociado a este género de obras. Suelos expansivos, erosión del terreno, deslizamientos, niveles freáticos, licuefacción. Estos son ciertos inconvenientes geotécnicos que pueden encontrarse en esta clase de proyectos. Una investigación geotécnico bien efectuado es la garantía de una obra sin inestabilidades futuras. Supone, indudablemente, la base sobre la que es un estudio de mecanica de suelo todo proyecto, tanto de infraestructuras, edificación y minería, debe asentarse.

De esta manera, se efectúa una serie de hincados en el terreno, de tal modo que podremos apreciar, por medio de fórmulas de correlación, la resistencia a la penetración del terreno. Es esencial, a lo largo de esta fase de reconocimiento de campo, acotar, con la mayor exactitud posible, la profundidad, peculiaridades y extensión del agua subterránea existente en la zona, si la hubiese, y que puede estar en régimen permanente o transitorio. Este factor puede considerarse como el más esencial en un estudio geotécnico. Por un lado, la afectación del agua al terreno circundante produce inestabilidades en exactamente el mismo, que pueden ser fatales. Tal es el caso de las gastes internas en terrenos en torno a los que se encuentra la cimentación, las que pueden provocar asentamientos, que crean grandes daños a las estructuras que se asientan sobre exactamente la misma.